El enanismo hipofisario es el resultado de la falta de GH (Hormona del crecimiento) durante las primeras etapas de vida de un cachorro y como resultado hay una menor producción de factores del crecimiento e interrupción del desarrollo. Dicha afección puede ser de origen congénito o adquirido.
Afecta a varias razas de gato y perro, en las que incluimos el yorkshire terrier. Los síntomas clínicos suelen aparecer a partir de los dos meses de edad.
La falta de GH puede estar producida por una atrofia por presión del lóbulo anterior de la glándula pituitaria como consecuencia de la distensión quística del conducto craneofaríngeo o bolsa de rathke. Otra posibilidad es la presencia de un fallo primario en la diferenciación de las células hipofisarias en células productoras de hormonas tróficas.
La falta de GH se suele acompañar de una secreción deficitaria o ausente de otras hormonas hipofisarias.
Los cachorros con un déficit de GH, son animales con un crecimiento anormal a partir de los dos meses de edad. Este retraso se manifiesta con cierre incompleto de las placas de crecimiento, displasias esqueléticas y una erupción tardía de los dientes permanentes. Externamente, veremos un cachorro con un hocico afilado que adquiere expresión semejante a un zorro.
Respecto a los problemas dermatológicos, existe una retención del pelaje de cachorro, persistencia de pelos secundarios y ausencia de pelos primarios, lo que da un aspecto de pelaje blando y lanudo, el cual se depila con facilidad, siendo frecuente la alopecia simétrica bilateral (zonas de fricción). La piel es delgada, hiperpigmentada en las zonas de alopecia y es frecuente en animales adultos desarrollar pápulas, comedones o piodermas secundarias.
Desde el punto de vista reproductivo, se observa una ausencia de celos en las hembras y atrofia testicular con prepucio flácido en los machos.
Cuando tenemos un cachorro de más de tres meses con un retraso de crecimiento, procederemos a realizar una serie de pruebas tales como una correcta anamnesis, examen físico, pruebas laboratoriales (hemograma, perfil bioquímico, análisis fecal y de orina) y radiografías. Estas pruebas nos permitirán descartar otras alteraciones no endocrinas que cursen con déficit de crecimiento tales como malabsorción, desnutrición, alteraciones hepáticas, anomalías cardiovasculares, displasia esquelética, mucopolisacaridosis etc.
Respecto a las alteraciones endocrinas que pueden estar involucradas en el retraso del crecimiento, se pueden diferenciar por el tipo de anormalidades que producen. En el enanismo hipofisario el animal es semejante a un adulto pero su tamaño es menor. Mientras que en el hipotiroidismo congénito solo las extremidades son más pequeñas de lo normal.
El diagnóstico definitivo se basa en la estimulación de la secreción de GH utilizando agonistas alfa adrenérgicos (clonidina, xilazina) o GHRH. En un animal normal la aplicación de estas sustancias hace que los niveles de GH se eleven, mientras que en un animal con enanismo un subirían.
La valoración de los niveles basales de GH no es un buen parámetro para el diagnóstico. Ya que los valores de GH en perros normales y con enanismo pueden superponerse.
Es importante en estos perros valorar las funciones tiroideas y adrenales, pues es posible que sea necesario un suplemento adicional.
Dentro del tratamiento podemos administrar hormona del crecimiento bovina, porcina o humana sintética. Existen de manera experimental implantes subcutáneos de GH canina recombinante pero no están disponibles en el mercado. Podemos medir la concentración sérica de la somatomedina c (GH dependiente) que en el caso de un perro con enanismo sería bajo.
Una alternativa es la utilización de progestágenos como el acetato de medroxiprogesterona. Este agente induce la producción ectópica de GH desde la glándula mamaria y sería idéntica a la producida en la adenohipofisis. El mayor inconveniente de este progestágeno es la producción de una hiperplasia endometrial quística con mucometra en hembras.
No hay que olvidar que puede ser necesario el suplemento con hormonas tiroideas, glucocorticoides o ambos en el caso que haya otras alteraciones concomitantes.