Cuáles son las situaciones clínicas en las que estaría indicada una cesárea:
- Estrés fetal: Los fetos presentan un ritmo cardiaco fetal alterado, cuando presentan una frecuencia inferior a 150 latidos por minuto, lo debemos interpretar como una urgencia.
- Inercia uterina primaria total o parcial, que no responden al tratamiento médico.
- Inercia uterina secundaria que no se puede resolver mediante manipulación.
- Anormalidades de la pelvis de la madre.
- Tamaño de los fetos excesivos
- Exceso o déficit de líquido fetal.
- Mala posición fetal.
- Muerte fetal.
- Distocia por mala praxis del criador o propietario.
- Toxemia o enfermedad de la madre.
A la hora de planificar una cesárea debemos de calcular el momento idóneo para realizarla y así garantizar la supervivencia de los cachorros. Ya que si la realizamos un día o dos antes del momento adecuado pondremos en serio peligro la supervivencia de la camada. Pueden aparecer problemas hepáticos, disminución de los tiempos de coagulación, ausencia de calostro o mal comportamiento por parte de la madre.
Dentro de los parámetros que debemos tener en cuenta para la realización de la cesárea:
- 65 días después del pico de LH
- 63 días de la ovulación, que coincide con los 63 días después de que la progesterona se ha elevado hasta los 5ng/ml
- Valores menores de 2.5ng/ml de progesterona.
- Temperatura rectal por debajo de 37º.
Siempre recomendamos que una vez decidido que nuestra perrita vaya a ser mama, nos pongamos en contacto con nuestro veterinario para que se haga un seguimiento y control durante todas las etapas de la gestación. Evitaremos problemas tanto a la madre como a los futuros cachorros.